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El alimento es la sustancia normalmente comida o bebida por seres vivos. El término alimento incluye también bebidas líquidas. La comida es la principal fuente de energía y nutrición de animales, y es generalmente de origen animal o vegetal.

Los tipos y componentes de los alimentos[]

Un componente fundamental de los alimentos es el agua, todos los seres vivos la requieren para sostener los procesos que nos mantienen vivos.

Es necesario ingerir agua para reponer la que perdemos básicamente por cuatro vías: por transpiración, por el aire que expulsamos en la respiración, por excreción, y por la que eliminamos directamente en la orina y heces.

Los componentes de los alimentos se pueden clasificar de muchas maneras. Una de ellas es en los siguientes cinco grandes grupos:

Las proteínas: Están formadas por cadenas de moléculas muy especiales, llamadas aminoácidos, que son los componentes que requieren los organismos para construir tejidos, como los músculos, los huesos, la piel, los tejido nerviosos, etc. Las proteínas están en alta proporción en los alimentos de origen animal, como las carnes (de mamíferos, aves y peces), en los huevos, en los lácteos, y en menor proporción en algunos vegetales, como la soja. En el caso de la abeja esta la obtiene a partir de la fermentación del polen.

Los hidratos de Carbono: químicamente son cadenas de moléculas fomadas básicamente por carbono, hidrógeno y oxígeno. Estas cadenas de hidratos de carbono o carbohidratos provienen mayoritariamente de los vegetales, que contienen compuestos como el almidón y el azúcar. En el caso de las abejas son azúcares diluidas en el néctar de las flores.

El almidón se encuentra principalmente en los alimentos como el maíz, el trigo, la cebada, el arroz, en los tuberculos (como la patata) y en las leguminosas (como los porotos, arvejas, habas, etc.).

Los azúcares se encuentran en la naturaleza en algunos vegetales como la caña de azúcar, la remolacha o betarraga y en las frutas. Sin embargo su consumo actualmente proviene del uso directo de azúcar refinada como edulcorante (endulzante) en postres, tortas, pasteles, frutas en conserva, y especialmente en las bebidas gaseosas.

Los hidratos de Carbono son básicamente una fuente de energía para el cuerpo, de uso inmediato.

Los lípidos o grasas: químicamente son productos que contienen ácidos grasos, que pueden ser saturados o insaturados, lo que tiene importante efecto en la salud. Pueden ser sólidos (como la mantequilla, el queso, etc.) o líquidos como el aceite. Son la fuente de energía de largo plazo para el cuerpo, y para los vegetales. Por eso, la mayoría de las semillas, para sobrevivir, poseen abundantes lípidos, como el maní, las almendras, las pepas de maravilla y de uva.

Las fibras: químicamente poseen un alto contenido de celulosa, un producto que el cuerpo no puede aprovechar (digerir) pero tienen efectos positivos en la parte mecánica de la digestión de los alimentos.

Las vitaminas: son compuestos químicos en general muy complejos, de distinta naturaleza, pero que tienen en común que cantidades asombrosamente pequeñas son imprescindibles para el funcionamiento del organismo. La ausencia de algunas vitaminas causa enfermedades que pueden ser graves, y la ingesta de pequeñísimas cantidades (miligramos) puede subsanar este problema. Las cáscaras de las frutas son una fuente importante de algunas vitaminas.

Alimentación equilibrada

Muchas personas creen que para mantener la línea o bajar de peso lo mejor es eliminar alimentos de la dieta. Esto es del todo incorrecto, para llevar una dieta equilibrada debemos ingerir alimentos de todo tipo y así cubrir necesidades de materia y energía diarias. Esto quiere decir que no debemos prescindir de ningún alimento, solamente conocer las cantidades que nuestro organismo necesita para poder organizar una alimentación saludable. Esto no sólo nos ayudará mantener la línea sino también a conservar un estado físico vital para poder llevar a cabo las actividades de cada día. Para conocer estas cantidades, contamos con la pirámide alimenticia, donde están organizadas desde la base a la cumbre, los alimentos, según la proporción en que se deben consumir. En la base se encuentran el pan, los cereales, el arroz y la pasta, de los que debe hacerse un consumo diario de unas 6 a 11 porciones, más arriba se encuentran, en el mismo nivel, las verduras ( de 3 a 5 porciones) y la fruta ( de 2 a 4 porciones), en el siguiente nivel tenemos la leche, el yogurt y el queso (de 2 a 3 porciones) junto a la carne, los frijoles secos, los huevos y las nueces (de 2 a 3 porciones) y por último, en la cumbre, y por ello hay que cuidar su consumo y realizarlo de manera esporádica o en muy pequeñas cantidades, los dulces, grasa y aceites. Patricia Sánchez Fuentes.

Hábitos alimenticios humanos[]

Desarrollo histórico[]

Los seres humanos son animales omnívoros capaces de consumir tanto productos vegetales como animales. Evolucionaron de recolectores a cazadores recolectores. Luego de la experiencia de la Edad de Hielo es posible que los humanos quisieran crear una sensación de seguridad administrando el crecimiento de plantas y la reproducción de animales. Esto conllevó a la agricultura, y alteró la forma en que los alimentos son obtenidos.

Producción y adquisición de los alimentos[]

La comida se ha obtenido tradicionalmente por el cultivo, la pesca, la caza y otros métodos de subsistencia localmente importantes para algunas poblaciones aunque despreciables para otras.

Actualmente, en las naciones desarrolladas, el suministro de alimentos cada vez depende más de la agricultura intensiva, del cultivo industrial, de la piscicultura o de otras técnicas que aumentan las cantidades de alimentos producidos a la vez que disminuyen su costo. Estas técnicas a su vez dependen del desarrollo de herramientas mecanizadas, desde la máquina de trillar y la sembradora hasta el tractor y la segadora trilladora, etc. Éstas herramientas han sido combinadas con pesticidas que aseguran el elevado rendimiento de cosechas y combaten insectos o mamíferos que perjudican la producción.

También a la modificación genética de las plantas comestibles (OGM), para hacerlas más resistentes a las enfermedades y a los parásitos, a la vez que más productivas. Estas técnicas son muy contestadas, pues deja en manos de las multinacionales la producción de semillas, a la vez que se supone que la polinización cruzada de plantas naturales por plantas modificadas, puede alterar la calidad de aquéllas.

Más recientemente se nota una tendencia creciente hacia prácticas agrícolas más sostenibles, que recurren a sistemas naturales de producción. Estos métodos, que se están extendiendo gracias a la demanda del consumo, estimula la biodiversidad, la auto-seguridad local y el cultivo orgánico.

Enlaces externos[]

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