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La entrada de roedores a la colmena, se produce principalmente durante las estaciones de otoño, invierno y principios de primavera.

En el sur de la provincia de Córdoba (Argentina) principalmente son roedores del género Calomys. Identificados como Calomys laucha, Calomys musculinus y Calomys callosus o Calomys venustus. No he podido observar ejemplares del género Akodon dentro de las colmenas, ejemplos de ellos podría ser Akodon azarae o Akodon molinae.

Estos roedores principalmente entran en colmenas o núcleos débiles, a la zona libre de abeja. En algunas ocasiones las abejas los matan (si la colmena es fuerte) en el interior de la colmena produciéndose la propolización de los mismos, quedando en forma de momias secas.

Los roedores se ven atraidos por el buen ambiente y calor de termoregulación de la colmena, construyendo sus nidos generalmente al fondo de la misma. Roen los cuadros de cera, y construyen un nido con gramilla (Cynodon) u otra fibra vegetal. Solo a Calomys laucha lo he visto criar en interiores de las colmenas pobladas, encontrando hasta 6 o 7 juveniles. Los roedores de los agroecosistemas de campos sojeros, maniceros, maiceros y sorgueros han desplazado su actividad reproductiva a la estación otoño-invierno por existir en esta un buen remanente de alimento en los rastrojos. Es posible que de dejar nucleros o colmenas vacías, más de la mitad se vean ocupados por una familia de roedores.

Medidas a tomar[]

  • La colocación de piqueras en el otoño-invierno y principios de primavera evita que entren roedores.
  • La altura y el tipo de catre que se confecciona para asentar la colmena lo evita en buena medida si despega del suelo unos 30 o 40 centímetros. En virtud que nosotros colocamos colmenas sobre palets en deshuso se incrementa sustancialmente la entrada de roedores.
  • No molestar los predadores naturales de roedores, especialmente las lechuzas y buhos, que en muchas ocasiones encontramos posados en las colmenas. He visto Asio flameus (Lechuzón de los pajonales), Athene cunicularia (Lechucita de las vizcacheras), y Tyto alba (Lechuzón de los campanarios) posados en colmenas. Lo mismo para rapaces como alcones, halconcitos, gavilanes y elanos como Falco sparverius (halconcito gris). Elanus forficatus (halcon blanco), etc.
  • No dejar material vacio en el apiario durante estos meses.
  • La alimentación con jarabe de fructosa (JAF) en bolsas de polietileno, con dos cuadros adentros atraen roedores, en numerosas ocaciones el plástico es roido por ellos. Además de alimentarse del jarabe.
  • Evitar tocar roedores con las manos y también el material donde anidaron, esta especies transmiten la Fiebre hemorrágica argentina, y lo hacen atravéz de sus excrementos y orina.
  • Higenizarse correctamente cuando se viene del apiario.

Ciclo de la Fiebre hemorrágica argentina[]

El agente causal de la FHA es el virus Junín, que, a su vez, tiene como reservorio a un par de especies de roedores silvestres: Calomys musculinus y Calomys laucha. Durante años se creyó que el virus jamás los afectaba, pero se ha detectado que, en ciertas condiciones del animal, el virus puede afectarlo, sin llegar a provocarle la muerte.

Los Calomys roen todo lo que pueden, y causan muchos problemas económicos, no tanto por lo que consumen sino por lo que destruyen. El roedor elimina el virus al medio a través de la saliva y de la orina, las que esparce por doquier.

Así, el virus llega al hombre a través de distintas vías: una herida en la piel, un objeto contaminado en la boca, o las hierbas contaminadas, llevadas por el viento, pueden entrar en contacto con la boca, ojos o nariz, y contagiar. El apicultor debe prestar especial importancia debido a que estos roedores en las provincias señaladas nidifican fácilmente dentro de material vacio, o dentro de colmenas débiles del apiario.

Cuando el virus penetra en el hombre, se desarrolla una primera etapa durante la cual no se ven signos clínicos. Después de ese período comienzan los síntomas, semejantes a una gripe, y que pueden tener tres tipos de derivaciones: nerviosa, hemorrágica o mixta. La primera afecta algunos centros nerviosos motrices que producen en el paciente una incoordinación de algunos tipos de movimientos "finos", y temblores en las manos y la lengua. La segunda afecta los vasos sanguíneos de distinta manera, lo que provoca hemorragias de gravedad diversa. La mixta combina las dos anteriores. Ante cualquiera de estos cuadros, tomados a tiempo, el individuo puede recuperarse.

Antaño, cuando la enfermedad no se había identificado, los síntomas primeros -fiebres, dolores articulares y de cabeza, y decaimientos- se confundían con gripe, y como tal los médicos la trataban, por lo cual moría mucha gente.

Actualmente, los pacientes que concurren a tiempo, reciben plasma de convalescientes, o sea, suero de un individuo que ha estado enfermo. Ese suero tiene anticuerpos que, al ser incorporados a la sangre del nuevo paciente, actúan sobre el virus, inactivándolo y reforzando la producción de anticuerpos. Con este método se ha logrado bajar la mortalidad en porcentajes importantes.

Además, hay una vacuna elaborada sobre la base de una cepa que han logrado investigadores argentinos en EE.UU., con la cual se ha inoculado una gran parte de población de riesgo, aunque todavía no se conocen los resultados de la vacunación.

Véase también[]

Enlaces externos[]

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