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Elementos para la interpretación de la apicultura en Colombia[]

  • Salamanca G. G.; Salamanca P. D. A.; Martinez, A. T.
  • Apíario los Cítricos Santafé de Bogotá, APICOLPER, Tunja-Boyacá
  • Departamento de Química-Facultad de Ciencias - Universidad del Tolima A.A 546
  • NoticiasApicolas.com Seccion Apicultura en colombia
  • Apicultura sin Fronteras (www.apiculturasinfronteras.com) seccion Apicultura Colombiana

Introducción[]

El hombre frente a las condiciones de la naturaleza ha logrado afianzar su conocimiento en el comportamiento de los animales, por ello ha logrado su domesticación y aprovechamiento con fines económicos. Se conocen reportes antiquísimos de cómo en la prehistoria las abejas sirvieron al sustento del hombre. En el museo de historia Natural de New York da cuenta de la existencia de las abejas en un periodo estimado como de diez millones de años. Es tan antigua la actividad apícola que ya en la zona de Valencia en la prehistoria en la cueva de la araña en Bicorp aparece representada una escena de recolección de panales, del producto y del insecto ya habían dado cuenta el antiguo testamento.

En la antigüedad clásica tuvo la miel una importancia, pues aunque los antiguos conocían la caña dulce, empleaban la miel para todas las preparaciones de la pastelería, confitería, farmacia, preparación de vinos, dulces y otras golosinas. Así se comprende la importancia que Virgilio concede en sus Geórgicas a la apicultura. Entre los tratadistas que estudiaron la industria de la miel figuran Magón el Cartaginés, Varrón, Menécrates de Efeso, el mismo poeta Virgilio, que resumió los conocimientos y preceptos reunidos en una larga serie de obras; Cornelio, Celso y Columela. Entre los especialistas se encuentra Aristomaco de Soles, que durante cincuenta y ocho años se dedicó exclusivamente a la apicultura; Filiseo de Tasos, llamado el Salvaje, por vivir retirado en un lugar desierto sin pensar en otra cosa que en sus abejas, en la época de Alejandrina.

El hombre aprendió a cuidar las colonias de abejas que encontró en árboles huecos o en otras partes. La construcción de las colmenas dependía de los materiales que se encontraban a mano en la zona y de las habilidades de las diferentes comunidades. Es casi seguro que la colmena no tuvo un origen único: se fue imponiendo como un desarrollo inevitable. Las primeras abejas aparecieron en Creta, la mitología da cuenta que Júpiter en su infancia fue alimentado con miel que llevaba Melisa, hija de un rey cretense, a una gruta donde habían ocultado al niño. En muchas otras leyendas relativas a otras divinidades figura la miel a la que se atribuía un origen celeste, o la abeja, de la que habían hecho un símbolo considerándola como el emblema de la pureza. Las ideas religiosas sugeridas por la estimación en que tenían a la miel, permitieron a Griegos y Romanos pensar que el alimento de los dioses debía ser de una naturaleza análoga y de aquí la idea del néctar.

En Roma el consumo de miel era bajo en relación a la producción los colmenares se fueron extendiendo, en tiempo del Imperio, Alemania España Y Francia, Plinio cita la existencia de panales de un grosor extraordinario.

Múltiples y variados eran los usos que se hacía de la miel en la cultura antigua, era el primer alimento que se daba al niño después de la lactancia. La Hidromiel, que en la época histórica ya no se bebía más que en los pueblos bárbaros, había nacido en Grecia, con el nombre de Methy, al dios Baco se le atribuye la invención de la apicultura.

Colombia Precolombina[]

La etapa cultural americana se creó a partir de las actividades agrícolas intensivas vinculadas a los asentamientos estables del amazonas, de donde partió cerca del año 4.000 A.C. hacia la costas y no desde mesoamerica como se ha creído todo el tiempo, fueron las culturas Maya, Olmeca, Tolteca, Zapoteca y Teothiuacana, a las cuales sobrevinieron los Aztecas y las del Perú, donde se acentuó la explotación de la tierra por motivos alimentarios, fue asi como nacieron las culturas de Chavin, Paracas, Mochica, Nazca y Huari-Tiahuanacu, que derivaron en los Incas. Ambos procesos, entre quinientos años A.C. y el primer milenio de la era cristiana. Estas culturas se dedicaban a cultivar yuca y maíz, muchísimo antes que en Méjico o en el altiplano andino.

Las primeras formas de sociedad asentadas en la costa y en los ríos dieron un vuelco con el aparecimiento de los "cacicazgos" y las estructuras jerarquizadas de poder, generando una etapa colonizadora de las vertientes montañosas; la adopción generalizada del maíz; la ocupación extendida del territorio y práctica de tecnologías de producción, de urbanismo y de comunicación; el comercio de trueque y algunas formas de conocimiento. De este proceso sobresalen los Panzenúes, grupos tribales de las zonas inundables en los deltas de los ríos Sinú y San Jorge, los cuales dominaban técnicas de drenaje y cultivos estacionales y otras dos culturas aún más refinadas, desaparecidas ya para los tiempos históricos: San Agustín y Tierradentro.

En el nuevo mundo no existían las distintas especies del género apis por lo que las culturas establecidas en la zona utilizaron otro grupo de abejas: las Meliponinae o abejas sin aguijón. De éstas, las culturas mesoamericanas lograron cultivar diversas variedades de los géneros Trigona y Melipona, entre las que tuvo particular importancia la especie Melipona beecheii Bennett.

La conquista[]

Apis mellifera aparece en el nuevo mundo por la acción de los colonizadores. Su aparición en América del Norte data del año 1622, de 1763 en Cuba, de 1822 en Australia en 1822, 1842 en Nueva Zelanda, 1839 en Brasil y 1839 en Chile. Con la intervención económica de los Españoles en el mercado local, podría pensarse también en la introducción de la abeja común europea (A. mellifera); Sin embargo, la metrópoli siempre consideró la venta de miel y cera como un monopolio real y exclusivo de España. No obstante, debido a las actividades religiosas surgió una fuerte necesidad de contar con un mayor suministro de cera, imposible de cubrir desde España; se sabe que en América los Españoles exigieron cera como tributo. El medio aborigen durante la primera incursión Española, había desarrollado seis grandes familias lingüísticas: una la Chibcha, en el centro, otra la de Urabá y Sierra Nevada, La caribe, en las costas y las vertientes fluviales, Arawak, en la vertiente amazónica y la Guajira, Maya, hacia el sur del litoral Pacífico, Quechua-Aymará, en el sur occidente (Nariño-Cauca) y Tupí-Guaraní, en ciertas riberas orientales. Este entorno socio cultural permitió seguramente reconocer la capacidad de los insectos y su efecto en la productividad de los sistemas agrícolas recién establecidos.

Al comienzo de la Conquista, aparte de los Muiscas, había por lo menos una docena de otros grupos, los "Caribes", situados al norte y en las vertientes de los ríos y que fueron aniquilados, se les atribuyó estadios de civilización atrasados en relación a los Muiscas y Tayronas, pero no tanto en cuanto a su arte: Quimbayas, Sinúes, Calimas, Tolimas y otros grupos, dejaron cerámica y orfebrería insuperables. Contribuyó a su Exterminio el espíritu guerrero, su poca vocación de servidumbre, la menor nucleación y escasa organización política para negociar, el nomadismo en algunos casos y la hostilidad ancestral entre unos grupos y otros, bien aprovechada por el conquistador.

Los Chibchas casaban abejas en la cuenca del Rio Cauca y se beneficiaban de los nidos silvestres, cosechaban fina miel y colectaban la cera, igualmente según referencias los Muiscas del Altiplano oriental cosecharon y comercializaron no solo la miel y sino la cera. Conforme a los Trabajos de Eliécer Silva Celis BusuaPcuana era el vocablo indígena con el cual se conoció a las abejas en el país chibcha donde ya se consideraba a las abejas sin aguijon(Las abejas sin aguijon y su origen dentro de la mitología muisca. Guiomar Nates Parra Revista Tacaya Agosto de 1996. Universidad Nacional de Colombia).

En la Sierra nevada Nates Parra cita el escrito de Pedro de Espinel y la carta dirigida en 1529 al Rey donde le informaba: "Tienen en sus casas los indios en sus casas y a la redonda de ellas muchas colmenas de que sacan muy excelente miel; las abejas son muy pequeñas y prietas y no saben hacer mal; la cera no es buena porque no la saben sacar y es prieta; la miel es blanda muy clara y muy delgada". En el valle de Buiticá en el Rio Guachaca se mencionó sobre la existencia de abejas grandes mansas carentes de aguijon. Con la conquista y la dominación española se pudo reconocer que los indios Teguas extraían miel y cera en Boyacá (Huertas, P.G. 1995 Guerreros beldades y curanderos. El enigma de los indios teguas Academia Boyacense de Historia pg. 181).

Diversos cronistas relatan el intercambio comercial entre indios y colonos en la zona de Popayán, se cambiaba cera por herramientas. Seguramente durante la dominación Española prevaleció la explotación de las abejas europeas en las condiciones fijadas por los encomenderos en cada una de las provincias de la nueva granada, de buena cuenta estos agresores de la cultura americana, enseñaron a nuestros antepasados la iniciación de manejo de estos insectos.

Evolución a la apicultura moderna[]

De buena cuenta la historia de la apicultura en Colombia se remonta al reconocido trabajo del sacerdote Remigio Rizardi de la comunidad Saleciana, quien marcó un paso el desarrollo técnico de la actividad. El gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura, a finales del siglo XIX Y primeros años del siglo XX, dio comienzo a la importación de abejas de razas Italianas, Alemana, Holandesa, Caucasiana, Carniola y otras; con estas razas se inició el fomento de esta industria en nuestro país, las abejas que se adaptaron a partir de los cruces naturales silvestres dieron origen a las mal denominadas abejas criollas.

Rizzardi precursor de la apicultura nacional, fundó el primer colmenar científico de Abejas Italianas en Colombia, instaló y promovió actividades desde el convento de nuestra señora de Carmen donde actualmente funciona el colegio Saleciano León XIII. En el año de 1910 el entonces ministro de economía Antonio Samper Brush y bajo el gobierno de publicó el Manual Apicultura Racional dirigido en principio a las maestras de escuela para que orientaran el conocimiento a los niños de zonas campesinas con medianas condiciones económicas y con el propósito de crear una empresa prospera y de esa manera incrementar los ingresos de la familia en el medio rural, estas expectativas no se dieron pues el padre Rizzardi falleció el 14 de Agosto de 1912, dos años después de la publicación del libro, lamentablemente nadie se apropió de los conocimientos y la actividad de alguna manera no prosperó con la intensidad que deseaba Rizzardi.

En el prologo del libro Apicultura Racional, publicado en 1933 se puede leer en la comunicación que se hiciera al entonces ministro de Industrias Francisco José Chaux: La comunidad Saleciana ha cedido al ministro de industrias el Manual de Apicultura, escrito especialmente para Colombia por el sacerdote Saleciano Remigio Rizzardi, que agoto su vida ejerciendo su piedad en el leprosorio decontratación y estudiando las abejas sobre la cual deja la obra para los agricultores del Pais. La reimpresión del trabajo del sacerdote se hizo gracias a la labor de Belisario Vejarano y Enrique Casas.

Para el año de 1927 la apicultura era exclusivamente una actividad del clero. Al Boyacense Pedro Pablo Pérez Chaparro, un docente de gran lid en la formación de educandos en las regiones de Boyacá, Casanare y Santander y quien había incursionado en la Escuela superior de la Salle (Hoy Colegio Mayor de la Salle), en la ciudad de Bogotá, evolucionando en conocimientos sobre Latín y el Francés, recibió la influencia del padre Gonzalo Carlos un Francés que laboraba para el entonces en la institución, induciéndolo en las actividades apícolas. Años mas tarde y a la edad de 62 años ya había difundido sus conocimientos en apicultura y había participado en la formación académica de cientos de boyacenses dirigiendo diversos colegios de educación secundaria donde se desempeño como rector o perfecto de disciplina. A la edad de 62 años y motivado aun, fundo el Apíario Colombiano de Apicultura Pérez, allí se distinguió por su nobleza y actitud creativa. Falleció a los 67 años de edad.

Hasta el año de 1930 la explotación de esta industria en su mayoría se hizo en forma rústica, a partir de estos años cuando el Ministerio de Agricultura, inicia la importación de reinas en forma periódica, y colabora para que otras entidades o empresas puedan importar abejas para sus explotaciones, posteriormente viene la iniciación o puesta en marcha de la apicultura llamada moderna: "Colmena tipo Americano" o de panal móvil, los señores Díaz Granados e Hijos, en el municipio de Fontibón departamento de Cundinamarca , inician la construcción de colmenas, marcos, portanúcleos, estampado de cera y demás materiales, que permiten surtir en parte las necesidades de estos implementos a nivel nacional.

A partir de 1956 el señor Gabriel Trillas intensifica la apicultura en Colombia, através de su apiario la Conchita en Funza Cundinamarca e inicia con las actividades de Capacitación impartiendo cursos, seminarios y programas radiales, periodísticos y más tarde utiliza la televisión para promover y hacer conocer la apicultura en forma más amplia, de esta manera se convirtió en uno de los primeros apicultores en comercializar en Colombia la jalea real; su experiencia le permitió escribir un texto sobre apicultura técnica rentable al que denominó Vida de las abejas, mas tarde organizó y fundó la Asociación Nacional de Apicultores de Colombia, Año de 1959.

Como consecuencia del trabajo de Rizzardi en 1967, don Miguel Gómez un promotor de la actividad apícola, nacido en Ráquira Boyacá, coleccionista de antigüedades, ofreció una placa conmemorativa en reconocimiento al trabajo del sacerdote y su trabajo en la comunidad Saleciana, ésta se encuentra instalada en la carrera 5 con calle 18 en Bogotá , en ella se puede leer: "Los Apicultores de Colombia al signe sacerdote Saleciano padre Remigio Rizzardi, nacido en Italia quien en éste antiguo convento vivió murió el 14 de Agosto de 1912. Escribió el primer tratado apícola publicado en el país fue el precursor de la apicultura nacional y fundo en el huerto de éste colegio primer colmenar científico de Abejas Italianas en Colombia". Esto fue el resultado de la conmemoración del día del apicultor fecha celebrada desde 1956 día en que se realizó el primer congreso de apicultura en Colombia y realizado en la ciudad de Manizales como una actividad de apoyo al sector apícola del entonces ministro de agricultura el señor Gustavo Balcarcel Monzón. Los apicultores desde entonces se reunían y luego de una misa intercambiaban experiencias sobre logros y problemas en la apicultura.

No es el única placa alusiva a la apicultura generada como reconocimiento a una labor, en el costado lateral de la antigua gobernación en Santafé de Bogotá se hace alusión al Instituto Apícola Nacional, el cual nunca funcionó como tal, en ella también se honra la memoria del poeta Enrique Alvarez Henao un Bogotano nacido en 1871 y fallecido en 1914, quien formó parte del grupo "La gruta simbólica", que se caracterizó por la poesía salpicada de tristeza, desengaño tristeza, amargura, a veces conjugada con anhelos místicos, contemplando la vanidad de todo. Alvarez Henao escribió para todas las generaciones una de las mas hermosos versos dedicados al reconocimiento y labor de la abeja:

La abeja[]

Miniatura del bosque soberano,

consentida del vergel y el viento,

los campos cruzas en busca del sustento,

sin perder nunca el colmenar lejano.


De aquí a la cumbre, de la cumbre al llano,

siempre en ágil y continuo movimiento,

va y torna como lo hace el pensamiento

en la colmena del cerebro humano.


lo que saca del cáliz de las flores

lo conduce a su celda reducida,

y sigue sin descanso sus labores.


sin saber, ¡ay! que en su vaivén incierto

lleva la miel para la amarga vida

¡y el blanco cirio para el pobre muerto!.

Mas tarde se escribirían versos de Vicente Pérez Pedroso entorno al orgullo de la abeja y la selección de la flora que puede pecorear:

La abejita necia[]

"Para el casamiento de la cigarrita

la abeja deseaba estrenar vestido vestido

y voló de compras muy de mañanita

al barrio de modas el huerto florido.


Pruébate, esta falda le dice la rosa

mostrándole un pétalo aterciopelado

otro igual llevose ya la mariposa

quien es de difícil gusto refinado.


La abeja se prueba la falda

una gota de claro rocío, le sirve de espejo,

me queda muy larga displicente anota,

¡ su acampanado es de estilo viejo!


Y pasa a otra tienda- Mídete esta blusa,

dice la amapola - ¡Te la doy barata !-

mas la abeja arguye: ¡no porque no se usa!

ahora ese violento color escarlata.


¡Cómprame este traje! dice la azucena,

para que de blanco vayas a la boda.

¡me gusta responde la otra, mas que pena,

¡que por ser tan largo ya no esta de moda!


Visita mas tiendas: la de la azalea,

del nardo, del lirio y la clavellina,

mas toda la ropa le parece fea

por corta o por larga, o por no ser fina.


Así todo el día se le ha perdido,

en una infructuosa y continua visita,

y como por necia no compro vestido,

no estuvo en la boda de la cigarrita...!"

A la inquietud de Miguel Gómez en el año de 1971 se le atribuye el haber erigido la estatua "El cristo de las abejas" situado en la iglesia del Carmen en Santafé de Bogotá en la carrera quinta con calle octava. El y sus compañeros de oficio le pidieron al maestro Manuel Montañés, la elaboración de la estatua única en su genero e el mundo.

Razas de Abejas[]

En Colombia a se distinguen varias razas de abejas entre las que se distingue Apis mellifera mellifera Linnaeus, 1758 o abeja europea: Abejas grandes con lenguas cortas (5.7 a 6.4 mm), abdomen ancho, color de la quitina muy oscuro y uniforme, parcialmente con pequeñas manchas amarillas en el 2do y 3er tergito, pero sin bandas amarillas. Largos pelos cubren su cuerpo. Generalmente nerviosas al aire libre, ellas abandonan rápidamente el panal. Con frecuencia, pero no siempre, agresivas.

Apis mellifera ligustica Spinola, 1806 o abeja italiana: Tamaño algo menor que la mellifera, con un abdomen fino y lenguas relativamente largas (6.3 a 6.6mm). El color de la quitina del abdomen se aclara a nivel del esternón, como también en los primeros dos a cuatro tergitos (bandas amarillas en sus partes delanteras). La tranquilidad sobre el panal es variable, pero en general es buena. Habitualmente mansa.

Apis mellifera carnica Pollmann, 1879 o abeja carniola: Generalmente muy similar a la Italiana (ligustica). Delgada, con lenguas largas (6.4 a 6.8mm). Pelos cortos y densos (abeja gris). Es la raza más tranquila y mansa según el hermano Adam (1966). "Se pueden dejar los panales fuera de la colmena por largo tiempo y si la línea de abejas es buena, ni una sola saldrá del panal".

Apis mellifera caucasica Gorbachev, 1916: La forma y el tamaño del cuerpo y pelos son muy parecidos a los de la Carniola. El color de la quitina es oscuro, pero frecuentemente tiene manchas marrón en la primer banda del abdomen. Presenta mansedumbre y tranquilidad sobre los panales.

Apis mellifera scutellata, Lepeletier l836 o africanizada: La raza más reciente en llegar a Colombia, se caracteriza por tener glosa corta (5.9 a 6.24 mm), con bandas amarillas en sus 4 tergitos anteriores. Presentan una alta tendencia enjambradora aunada a su capacidad defensiva aumentada por la fácil excitabilidad, son buenas pecoreadoras. El efecto de africanización de las abejas en el país, es el resultado de su expansión desde Brasil. En la figura 7 se muestra el avance de la abeja africanizada en sur América. Esta abeja muestra unos tonos amarillentos, es la más pequeña de la especie, con pilosidad y glosa corta. El grado de defensividad en Africa es muy variable. Las hibridaciones han dado origen a una abeja cuya defensividad es elevada en la F2, entre tanto la producción de miel es un 30% superior. En la figura 2.1 se muestra la distribución geográfica del genero en el mundo.

En relación a la calidad de la miel los meliponios recogen el néctar de las flores y de manera análoga a A mellifera, la concentran en panales reducidos en tamaño, las características del producto dependen de la flora visitada. El volumen y cantidad mas no aroma, son superados amplimanente por A melifera; el papel de Trigonas y Melliponas en el medio esta limitado, no se ha explotado, pudiendo incrementarse los estudios entorno a la polinización cruzada de cultivos para la producción de frutas tropicales exóticas.

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